LA GRATITUD Y EL LEGADO
En nuestra Academia de Karate, siempre buscamos que cada uno de nuestros estudiantes no solo crezca como atleta, sino como ser humano. Nos enfocamos en valores que trascienden el tatami, valores que impactan su vida y la de quienes los rodean. Hoy quiero hablarles de un tema que me ha resonado mucho últimamente: la gratitud y el legado que dejamos a las generaciones futuras.
Hace unos días recordé una vieja historia que escuché de un rey de Persia. Mientras recorría los campos de su reino, se encontró con un anciano plantando nogales. Intrigado, le preguntó:
— ¿Qué haces, buen anciano?
— Planto nogales, oh rey de reyes —respondió el anciano.
El rey, sorprendido, preguntó:
— ¿Y para qué plantas nogales cuyo fruto no alcanzarás a comer?
El anciano, con sabiduría, respondió:
— Lo hago para pagar mi deuda con quienes plantaron aquellos cuyo fruto disfruté en mi juventud.
Esta simple respuesta me hizo reflexionar sobre cómo muchas de las cosas que disfrutamos hoy son gracias a los esfuerzos de quienes vinieron antes. Esto mismo ocurre en nuestra academia, donde cada uno de ustedes está plantando semillas de esfuerzo, disciplina y dedicación que darán fruto en el futuro, no solo para ustedes, sino para las próximas generaciones de karatekas que vendrán.
El legado de gratitud en nuestra academia no solo se mide en medallas y logros, sino en cómo inspiramos a otros con nuestras acciones diarias. Cada vez que entrenas, cada vez que te enfrentas a un desafío, estás dejando un ejemplo de lo que significa perseverar y luchar por tus sueños.
Pero quiero llevar esta reflexión aún más allá. La gratitud comienza en el hogar, y es hacia nuestros padres que debemos estar más agradecidos. Ellos han sido quienes plantaron las primeras semillas en nosotros, quienes nos enseñaron a soñar, a esforzarnos, a superar dificultades. Así como el anciano plantaba nogales para las futuras generaciones, nuestros padres sembraron en nosotros el amor, el respeto y la disciplina que hoy nos hacen fuertes.
Es nuestra responsabilidad agradecerles y reconocerles por todo lo que han hecho por nosotros. Y, al mismo tiempo, debemos tomar esa semilla que ellos plantaron y sembrarla en nuestros hijos, en la siguiente generación. La gratitud y el legado no son solo algo que recibimos, sino algo que debemos continuar transmitiendo. Así aseguramos que los valores y enseñanzas que nos formaron sigan vivos en aquellos que vienen después de nosotros.
En la Academia Fénix, hemos tenido grandes ejemplos de esta generosidad y visión de futuro. Sin ir muy lejos, cuando vemos a nuestros seleccionados nacionales entrenando juntos, nos damos cuenta de cómo ellos no solo buscan superarse a sí mismos, sino también apoyar y elevar a sus compañeros, creando un ambiente de crecimiento constante. Ellos están plantando sus nogales, asegurándose de que las generaciones futuras de nuestra academia también alcancen la grandeza.
La gratitud y el legado no se tratan solo de recibir, sino de cómo nosotros podemos dar y dejar una huella en los demás. Así como el anciano plantaba sus árboles sabiendo que alguien más disfrutaría de sus frutos, quiero que cada uno de ustedes piense en cómo sus acciones de hoy impactarán en los demás mañana. Quizás no veas los frutos de inmediato, pero si sigues entrenando con disciplina, compartiendo tus aprendizajes y apoyando a tus compañeros, estás contribuyendo a un legado que durará generaciones.
Recuerda siempre, en nuestra Academia no solo formamos campeones en karate, sino en la vida. La verdadera victoria es aquella que se comparte, que inspira, y que deja el mundo mejor de lo que lo encontramos.
Así que, ¿qué "nogales" vas a plantar hoy? ¿Cómo puedes contribuir a que nuestra academia, el lugar del que seas parte, y el mundo sean un lugar mejor para quienes vienen detrás de ti? ¿Y cómo puedes agradecer a aquellos que sembraron en ti, desde tus padres hasta tus maestros, para que hoy seas quién eres?
Cita Inspiradora:
"La gratitud no solo abre la puerta a la abundancia, sino que nos recuerda que todo lo que disfrutamos hoy fue sembrado por alguien más. Ser agradecido es reconocer que somos parte de un ciclo continuo de generosidad y bondad." — Melody Beattie
Llamado a la acción:
Hoy te invito a hacer algo concreto con esta reflexión. Expresa tu gratitud a tus padres o a quienes te hayan influenciado positivamente. Escríbeles una carta, un mensaje o haz una llamada para agradecerles por las semillas que plantaron en ti. Además, piensa en cómo puedes sembrar esa misma semilla en tus hijos o en quienes te rodean, asegurándote de que el ciclo de gratitud y generosidad continúe.
Sensei Juan Pablo Hernández Vargas